10/5/08

Niños de la calle: La otra cara de la inmigración


Oímos hablar de inmigración, de ley de extranjería, de inmigrantes ilegales que mueren antes de poder acceder a nuestras costas, de manifestaciones, de huelgas de hambre por parte de los inmigrantes, de permisos de residencia, de trabajo. Pero éstas no son, ni mucho menos, las únicas preocupaciones que nos deben ocupar, no son los únicos problemas que comporta la inmigración, no es la única cara de la moneda.


Con una denominación casi de origen, los "niños de la calle" malviven en nuestro país, roban, delinquen, se drogan y sufren todo tipo de vejaciones a cambio de algo de dinero para poder sobrevivir. Y lo peor es que son conscientes de su situación y la sufren día tras día.


Sufren el rechazo social, la discriminación, la incomprensión de sus vecinos, el abuso de las mafias, la violencia sexual Sufren la soledad, el tener que vivir al raso, el sentirse desamparados y es cada vez mayor el número de menores que sufre. Son sólo niños, emigrantes de origen magrebí que abandonaron su país de origen siendo muy pequeños debido a la falta de expectativas laborales, al abandono de la escuela y a la precariedad económica de sus familias, la mayoría de ellas numerosas, y así se convirtieron en niños de la calle, en pequeños desamparados repartidos en barrios, sobre todo, de Ceuta y Melilla, pero también de núcleos de Madrid, Barcelona y otras ciudades de nuestro país.


Deterioro personal

Hambre, frío, drogas, violencia y soledad son solamente algunos de los factores que inciden en la desmotivación de los niños de la calle, pero hay otro aspecto presente de igual o mayor importancia en el desarrollo de estos menores. Se trata del grave deterioro físico que sufren muchos de estos niños producido por el hecho de llevar, en algunos casos, más de tres meses seguidos en la calle. Y todo es una rueda: mayor deterioro físico, menos posibilidades de integración, y cuantas menos posibilidades de integración, mayor deterioro físico. Así se presenta el futuro de estos menores desamparados, uno de los mayores dramas actuales ligado al de la inmigración ilegal. Se trata de un deterioro físico pero también psíquico, debido al consumo de tóxicos, que les lleva a dinámicas agresivas o autolesivas, así como a llevar a cabo delitos en grupo de forma habitual. El Casal d'Infants del Raval ha criticado "que exista un incumplimiento legal en el ejercicio práctico de las competencias de la Administración en general respecto a este colectivo", así como la falta de voluntad para asumir las competencias en materia de infancia por parte de la administración autonómica, que también tiene competencias. (La Razón, 26/02/01). No obstante, hace unos días la Generalitat de Catalunya llegó a un principio de acuerdo con el gobierno marroquí con el fin de repatriar a un total de 40 niños de la calle que han rechazado la tutela de la administración catalana y que son considerados conflictivos. El objetivo del acuerdo es facilitar la reagrupación familiar de los menores .aunque en muchos casos los padres de éstos se desentienden completamente de sus hijos- y conseguir que el retorno tenga un efecto "disuasorio" en otros niños que quieran meterse en la misma aventura.

2 comentarios:

Colectivo SocialyJusticia dijo...

Excelente blog, animo y adelante.
Un abrazo cordial desde asturies.

Colectivo SocialyJusticia

An Wild dijo...

Muy buena la entrada.
Ojalá algún dia se puedan ver resueltos todos estos problemas,
y que estos niños inmigrantes, y los que no son tan niños, puedan verse en unas mejores condiciones de vida.

Saludos, y ánimo con el blog.
Es muy interesante.