Publicado el 31 Enero, 2008 Publicado en la sección Actualidad
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) durante la celebración de un congreso sobre la trata de niños, organizado por la ONG Save the Children, desveló que en España más de 20.000 niños son víctimas de la explotación infantil. La mayoría son extranjeros. Se les obliga a prostituirse, a mendigar o a cometer delitos, y otras veces son presa de redes internacionales que los utilizan para trabajar, en adopciones ilegales o incluso para tráfico de órganos.
Niños rumanos son traídos a España para ser utilizados en redes de mendicidad. Un niño que mendiga en Madrid puede sacar cien euros al día, que debe entregar a sus explotadores, que sólo han tenido que pagar unos 200 o 400 euros a los padres del menor, cuando no son ellos mismos los explotadores. Por supuesto han entrado ilegalmente en España y permanecen también ilegalmente sin que las autoridades se preocupen en expulsarles de manera sistemática para terminar con este horrendo negocio que da entre 2.000 y 3.000 euros de beneficios mensuales por niño explotado.
Y es que la explotación infantil es un negocio que mueve miles de millones de euros. «Los niños -explicó Save the Children - son más fáciles de reclutar, convencer y trasladar que los adultos. Las niñas obligadas a prostituirse son otro de los degradantes negocios que generan unas opíparas ganancias de entre 1.000 y 3.000 euros semanales. Si tenemos en cuenta que un proxeneta paga aproximadamente unos 3.000 euros por cada niña, en una semana ha amortizado la compra». Según Save the Children proceden de Rumanía, Marruecos, África susahariana, Brasil y Centroamérica.
Otra de las formas de abuso infantil, especialmente sangrante en España, es el uso de los niños para la comisión de delitos. La benignidad de la Ley del Menor es utilizada por redes criminales, (recordemos como se uso al “gitanillo” para transportar explosivos en el caso de los atentados del 11-M.) que usan a los menores extranjeros para transportar droga o para cometer pequeños delitos.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) durante la celebración de un congreso sobre la trata de niños, organizado por la ONG Save the Children, desveló que en España más de 20.000 niños son víctimas de la explotación infantil. La mayoría son extranjeros. Se les obliga a prostituirse, a mendigar o a cometer delitos, y otras veces son presa de redes internacionales que los utilizan para trabajar, en adopciones ilegales o incluso para tráfico de órganos.
Niños rumanos son traídos a España para ser utilizados en redes de mendicidad. Un niño que mendiga en Madrid puede sacar cien euros al día, que debe entregar a sus explotadores, que sólo han tenido que pagar unos 200 o 400 euros a los padres del menor, cuando no son ellos mismos los explotadores. Por supuesto han entrado ilegalmente en España y permanecen también ilegalmente sin que las autoridades se preocupen en expulsarles de manera sistemática para terminar con este horrendo negocio que da entre 2.000 y 3.000 euros de beneficios mensuales por niño explotado.
Y es que la explotación infantil es un negocio que mueve miles de millones de euros. «Los niños -explicó Save the Children - son más fáciles de reclutar, convencer y trasladar que los adultos. Las niñas obligadas a prostituirse son otro de los degradantes negocios que generan unas opíparas ganancias de entre 1.000 y 3.000 euros semanales. Si tenemos en cuenta que un proxeneta paga aproximadamente unos 3.000 euros por cada niña, en una semana ha amortizado la compra». Según Save the Children proceden de Rumanía, Marruecos, África susahariana, Brasil y Centroamérica.
Otra de las formas de abuso infantil, especialmente sangrante en España, es el uso de los niños para la comisión de delitos. La benignidad de la Ley del Menor es utilizada por redes criminales, (recordemos como se uso al “gitanillo” para transportar explosivos en el caso de los atentados del 11-M.) que usan a los menores extranjeros para transportar droga o para cometer pequeños delitos.
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